18 de enero de 2007

Telefonía móvil, ¿la gran estafa o el gran servicio?

Nadie duda ya de que la telefonía celular sea parte inherente de la vida cotidiana, casi tan latente como la TV, la Radio, el cine, etc... Es uno de esos aparatos que llegó haciendo mucho ruido y que de repente se fue apagando pero sin dejar de crecer, y tanto! que hoy en día hay más líneas de teléfonos móviles que usuarios para usarlas, hablando por supuesto del mercado español.

Pues bien, todo el mundo usa el móvil y no conozco prácticamente a nadie (y esto no es un aforismo!) que esté conforme con su servicio, los que son de Movistar se quieren ir a Vodafone, los que eran de Amena ya no quieren saber nada de Orange y los de Vodafone quieren probar algo nuevo, aunque sea la "mal iniciada" Yoigo. Eso sin nombrar a los famosos "resellers" que ya desde hace un par de años se venían frotando las manos en vista del "gran" negocio que se les avecinaba.

Nadie se puede quejar de la falta de oferta, el problema es que ninguna de las ofertas resulta satisfactoria, pues tarde o temprano terminarás discutiendo, una hora o dos, con un pobre chaval teleoperador que gana una miseria y que encima tiene que tragarse tu letanía de problemas mal solucionados que vienes arrastrando por la mala gestión de esa compañía.

Eso sí, la guerra entre fabricantes de terminales no cesa y hace que todo esto parezca como que no pasa aquí, es decir, que es un problema de otros países menos desarrollados, puesto que si se supone que con los móviles de ahora prácticamente ya no hay límites: videoconferencia, cuatribanda, Internet, mp3, tv, cámaras de no sé cuántos megapixels, cada vez más delgados y más sofisticados, correo electrónico, lector de "feeds", etc... el discutir con un operador por algo tan vulgar como una factura mal cobrada o que no tengo cobertura o simplemente que el móvil tan "fashion" que me han dado, le dura una hora la batería, cuando se supone que con mi móvil podría hackear al pentágono… pues hay algo que no cuadra.

No obstante, hoy, ayer y mañana y pasado mañana, todos seguiremos "portando" nuestros números en búsqueda del paraíso perdido, lo que a las empresas, a la larga o a la corta, les representará un suculento negocio y a los fabricantes... más aún!

Visitas, lectores, críticas, mirones, fisgones, cotillas, curiosos y otros...