Tiene tiempo desde la última vez que publiqué algo en este blog, la verdad es que se le va cogiendo gusto y cariño. En aquella ocasión mencionaba, a muy grandes rasgos, el desfase tan grande que hay entre las 'maravillas' que ofrece el mercado de las telecomunicaciones y la realidad de cada uno de los usuarios de a pie, que como yo, lidian todos los días con las limitaciones, burocracias y trámites interminables cuando se les presenta algún problema con sus líneas, terminales, etc.
La semana pasada tuve la oportunidad de estar en el 3GSM, esa gran feria con tanto bombo y platillo que deja en Barcelona miles de millones de euros. El despliegue por parte de las empresas es brutal, no sólo en publicidad, que a la vista es lo más evidente, sino en RRHH, información, etc.
Por las calles aledañas a FIRA, sólo se ven ejecutivos con su acreditación de la feria y como pasa con casi todo este tipo de protocolos, entre más cara es su acreditación, más importantes son esas personas. Todo es muy bonito y cuando hablas con algún experto en la materia te habla de las maravillas que están por llegar al mundo de las telecomunicaciones, que a muy resumidas cuentas, se trata de móviles que cada vez podrán descargar de manera mucho más rápida datos e información, permitiendo, claro está, que el teléfono móvil se convierta en un 'pequeño' ordenador con televisión, radio, mp3, cámara de fotos, cámara de vídeo, agenda personal, conexión ilimitada en cualquier parte del mundo, entre otras maravillas, todo, en la palma de tu mano.
El caso es que si bien es cierto que la innovación en la tecnología de consumo está permitiendo que la población en general, incremente su exposición y, por tanto, su conocimiento de estas nuevas tecnologías, permitiendo con esto acortar la brecha digital que existe con los países más avanzados en estas cuestiones; sigue siendo cierto, desafortunadamente, que no hay una coherencia empresarial en el servicio hacia los usuarios, los que a fin de cuentas somos los que permitimos y generamos con nuestro dinero que estas empresas puedan seguir innovando.
En 2005, se esperaba casi con esperanza profética, la llegada de los resellers, esto abarataría el mercado en beneficio de los usuarios, se decía. Los resellers han llegado y el mercado de las telecomunicaciones sigue siendo igual e incluso más caro, les han obligado a quitar el redondeo y aumentan el coste de establecimiento de llamada y no se te ocurra ya llamar desde el extranjero, aunque estés en UE, porque entonces ya, mejor no te cuento cuánto te va a costar.
En fin, más de lo mismo, cortamos aquí, sólo por el momento...