Ha sido el mayor atentado en la historia de España, el 11-M del 2004 marcó una nueva era y el terrorismo cobró una nueva dimensión... no sólo en España, sino en todo el mundo...
Yo, un poco absorto por mi situación personal de aquella época, no sufrí, al menos con la magnitud que se supone, aquella masacre en carne viva, era como si todo eso que pasaba me tocara un poco de lejos, como si siguiera sin vivir aquí, no sé, como un espejismo, mi supervivencia en este país en ese momento primaba sobre cualquier agente externo...
Hoy, más de dos años y medio después y tras nueve meses sin violencia de ETA, no pude evitar llorar cuando por televisión me enteré de otro atentado. No quiero obviar las razones, y mucho menos hacer vulgares comparaciones, más hoy, tal vez hoy más que nunca, me sentí parte de todo esto y me sentí afectado por la situación.
Hoy no quiero escuchar a Rajoy y leer en el mundo lo "culpables" que pueden ser "algunos", pero tampoco me apetece leer en el país los matices adecuados para exculpar responsabilidades, pues después de todo antes que culpables, responsables, vencedores y/o vencidos, estamos todos los de a pie que casi siempre nos toca sufrir lo insufribe, más allá de derechas, izquierdas o independentistas irracionales.